Las Bibliotecas Populares estamos en Peligro
Las Bibliotecas Populares estamos en Peligro
Una biblioteca popular es una asociación civil autónoma creada por la iniciativa de un grupo de vecinos de una comunidad. Tiene más de 100 años de tradición en Hispanoamérica. Como asociación civil cumple todos los requisitos legales para constituirse y mantenerse. Es una asociación sin fines de lucro, por lo que sus actividades no persiguen una ganancia monetaria. Se sostiene principalmente por dos vías: una no monetaria y la monetaria. Uno de sus capitales no monetarios más importantes es el trabajo voluntario de sus comisiones, de talleristas, de todos aquellos que se acercan a pintar, arreglar, levantar una pared.
Pero como todos sabemos no todo puede pagarse con trabajo voluntario y por ello requiere de ingresos monetarios que dependen de muchos factores. El básico, por ser una asociación civil, es la cuota societaria: los lectores pagan una cuota mínima para acceder al o servicios. Es lo que caracteriza a una asociación civil. Los otros ingresos monetarios se obtienen de otras actividades lucrativas que van a depender de la comunidad a la que pertenecen y de subsidios del estado proveniente de diferentes fuentes y jurisdicciones. Esto se debe en principio por la misma concepción de la cual surgieron las Bibliotecas Populares en Argentina, a instancia del propio estado en 1870 de mano del presidente Sarmiento: una institución mixta-civil estatal que daría servicios que son incumbencias del mismo estado, pero con gestión compartida con la sociedad civil. Para este entramado el presidente Sarmiento crea la CONABIP - Comisión Nacional Protectora de Bibliotecas Populares-. Pensemos que en 1870 el Estado Nacional no tenía un aparato burocrático desarrollado necesario para llegar con sus actividades sustantivas de bien común.
A lo largo de más de 140 años los apoyos estatales en subsidio fueron variando. Los ingresos de estas instituciones no son homogéneos en todas. Dependen del ingreso per capita de la comunidad donde se desarrollan, los apoyos de los gobiernos locales o provinciales, además del natural del Estado Nacional. Algunas de estas administraciones apoyan con dinero, otros con exenciones impositivas, gestionando con empresas de servicios reducciones o bonificaciones en el servicio, proveyendo alguno de esos servicios.
Las variantes son múltiples. En el caso de las bibliotecas de la Provincia de Buenos Aires hay dos leyes vigentes, la Ley 14.777 que reglamenta el Sistema Provincial de Bibliotecas, norma que aún no esta en vigencia por falta de reglamentación, y la Ley 9.319. Esta última la vigente, la que profesionaliza el trabajo de las Bibliotecas Populares introduciendo la figura del técnico especializado, esto es el Bibliotecario. Para este fin la ley articula establece que el estado provincial se compromete a apoyar financiera y técnicamente a las bibliotecas. El subsidio que se recibe es de sostenimiento y en todas las bibliotecas provinciales es por norma que se pague el sueldo del bibliotecario con este ingreso. Desde hace unos años este ingreso llega a destiempo. Las dificultades económicas que atraviesa el país nos hacen cada vez más necesario y urgente que ese financiación llegue a tiempo y no con meses de demora. Algo similar está sucediendo con el apoyo de CONABIP. No llega a todas las bibliotecas, llega a destiempo o con montos similares a los de 2015.
Las Bibliotecas Populares acercan a sus comunidades consumos culturales imprescindibles que no llegarían de otra manera. No pensemos en una Biblioteca Popular de una gran ciudad como Buenos Aires, con la cantidad de oferta diversa, pensemos en pueblos o ciudades pequeñas del interior de la provincia. Allí las bibliotecas son los libros, los autores locales, las exposiciones de arte, el cine; son el espacio de reunión y el referente de cultura a lo largo del tiempo. Quienes laten en esas bibliotecas, no se enteran del recital de la estrella de moda en la ciudad o de la presentación de libro del autor de moda. Saben que en la Biblioteca de enfrente de la plaza el sábado hay película, o el martes van a ajedrez.
No olvidemos además, de otros bienes intangibles no menores que las Bibliotecas Populares acercan a sus comunidades como la solidaridad, el compromiso, el trabajo por el bien común. Eso se aprende haciéndolo, no en enunciados.
Es por eso que las Bibliotecas Populares estamos en Peligro.
Esta en peligro la continuidad de instituciones centenarias. Instituciones que se aggiornaron a los cambios surgidos en la cultura escrita. Que ofrecen Internet y lectura digital en comunidades que sin ellas no tendrían estos bienes. Que garantizan con estos servicios el acceso ciudadano a la información.
Solicitamos:
- La regularización de los subsidios legítimos garantizados por ley.
- La reglamentación de la ley provincial.
- El compromiso efectivo de las administraciones locales brindando apoyos monetarios o apoyos de gestión ante servicios públicos o empresas.
- Los apoyos técnicos reales, no centralizados, que permitan promover la lectura y la cultura lectora en nuestras comunidades. Para esto es necesario que trabajemos en conjunto con las administraciones y no ser solamente un receptor de políticas, que además, tienen la obligación de auto financiarse.
Les pedimos que compartan nuestra problemática.
Gracias


Las Bibliotecas Populares están en peligro por que al Estado no le interesa redpaldarlas, pues tampoco le interesa lo que hacen, que es estar al servicio de la comunidad y a favor de la cultura. No entienden que el fondo bibliográfico que contienen está a disposición de todos.
ResponderEliminar